Conocer el gasto energético es el primer paso para reducir el consumo no útil. Estos excesos energéticos, no solo suponen un mayor coste económico debido a la energía, sino que además incrementa el desgaste de los euipos y el grado de mantenimiento que debemos aplicar a ellos.
En empresas con elevadas potencias contratadas, necesitan en una primera fase, la optimización de la potencia contratada con el fin de evitar sobrecostes o penalizaciones que pueden producir un quebranto económico. Una vez se haya optimizado la potencia utilizada con la empresa distribuidora, es el momento de reducir el consumo de energía y para ello es necesario medir y controlar el consumo eléctrico. El contador eléctrico nos muestra una visión global de toda la empresa, pero no monitoriza los consumos para diferentes receptores internos de la empresa.