El término de potencia juega un papel muy importante en la factura eléctrica de cualquier suministro. Supone aproximadamente la mitad del coste total de la factura, y depende de la potencia que se tenga contratada.
A priori, cuando la instalación sea nueva podremos ajustar la potencia de contrato al uso de la instalación previendo lo que el cliente nos diga que va a demandar, pero sobre todo en base a los aparatos o maquinaría instalados, los tiempos de encendidos y apagados, pues nunca se ajustará exactamente lo que el nuevo cliente diga cuando la empresa no esté todavía en funcionamiento.